Los tesoros de la Armada Invencible en Irlanda

Por Natalia Mateo Ripoll, II Curso de Patrimonio Marítimo Europeo

Tras la derrota de la Gran Armada en 1588 (Armada Invencible), en su viaje de regreso a España, naufragaron alrededor de 17 barcos en las costas de Irlanda. Los hallazgos de sus pecios han supuesto, en la mayoría de los casos, la recuperación, protección, conservación y exposición de las piezas rescatadas. Vamos a conocer algunos.

Figura: “La Invencible”. José Gartner de la Peña.
Fuente: Museo Nacional del Prado

Los primeros grandes hallazgos. ¿Rescate o cazatesoros?

En 1967, en la Calzada de los Gigantes (Irlanda del Norte), el polémico buceador belga Robert Stenuit localizó el pecio de la galeaza La Girona. Se autodeclaró rescatador de sus fondos, lo que le supuso fricciones con las autoridades del país. Finalmente, los valiosos objetos encontrados fueron vendidos por una elevada suma de dinero al Museo Ulster de Belfast, donde se exponen en la actualidad, como aparecía en la entrada dedicada a la Armada Invencible en los museos británicos.

Figura: Rober Sténuit. La Girona. 1967
Fuente: Fundación Ramón Areces
Figura: Objetos recuperados de La Girona. 1967
Fuente: Fundación Ramón Areces

Uno de los principales problemas con que cuentan los Estados para la protección del patrimonio arqueológico subacuático, son las conocidas empresas cazatesoros, camufladas en muchas ocasiones bajo la apariencia de compañías especializadas en trabajos arqueológicos, que cuentan con una avanzada tecnología. La realidad es que, tras intensas búsquedas previas en los archivos (en nuestro caso, los españoles, como puede ser el de Simancas o el Archivo General de Indias) y, obtener la localización de un buque hundido, del que se sabe que transportaba monedas de oro, plata y otros valiosísimos objetos, no dudan en invertir horas de trabajo sobre ellos sin metodología científica, removiendo la zona arqueológica en la que se encuentran, hasta expoliar un patrimonio común a todos, parte integrante del patrimonio cultural de la humanidad (UNESCO: Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, 2 de noviembre de 2001).

En otros casos, más afortunados, son arqueólogos submarinos los que rescatan estos pecios, como en 1968 en Blasket Sound (Condado de Kerry), donde un grupo de buceadores británicos, entre los que se encontraba el especialista escocés Colin Martin, trabajó en la recuperación del pecio Santa María de la Rosa, nao donostiarra que naufragó el 21 de septiembre de 1588, pereciendo cerca de 300 hombres entre marineros y soldados. Fueron localizadas el ancla, lingotes de plomo y balas de cañón, que fueron depositadas en el Museo Ulster (Belfast), más un astrolabio que ya se encontraba en el Museo Marítimo Nacional en Greenwich (Londres).

Figura: Astrolabio que probablemente perteneció a la Santa María de la Rosa.
Fuente: La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco.
Figura: y proyectiles de plomo, hierro y piedra.
Fuente: La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco.

En febrero de 1971 otro grupo británico, el Derry Sub-Aqua Club, entre los que se encontraba nuevamente Colin Martin, localizó en Kinnagoe Bay (Condado de Donegal) los restos del barco La Trinidad Valencera, y extrajo -con metodología arqueológica y científica- las piezas que serían más tarde depositadas en el Museo de la Torre en Derry (Irlanda del Norte).

Figura: Miembros del Derry Sub Aqua Club recuperando un cañón en 1972
Fuente: Tower Museum

Además de estos tres excepcionales pecios, el 4 de mayo de 1985, en la zona de Streedagh (costa oeste irlandesa), buceadores británicos de la compañía privada Streedagh Strand Armada Group descubrieron restos de La Juliana, nave de 860 toneladas y 32 cañones, que llevaba 325 soldados y una tripulación de 70 marinos, que junto a la Santa María de Visón y La Lavia, naufragaron en esa zona. A finales de 1987, surgieron litigios entre esa empresa y la Oficina irlandesa de Obras Públicas, en relación a los derechos de propiedad de esos restos.

La segunda fase de descubrimientos: siglo XXI

En el 2013 el investigador John Treacy, impulsor de la recuperación del pecio del galeón San Marcos, localizado en Spanish Point, promovió una plataforma para recaudar fondos para emprender la prospección arqueológica. Finalmente, fracasó, al no lograr reunir la cantidad necesaria. Según el periodista David Revelles, ese buque, construido en Cantabria en 1585, era el pináculo de la tecnología naval de la época, con 33 cañones de bronce, transportaba 350 soldados y 140 marineros.

Figura: John Treacy trabajando en la localización del galeón San Marcos
Fuente: “La Invencible sale a flote”. David Revelles. El País 05-09-2014.

En 2015, en las playas irlandesas de Streedagh (costa oeste irlandesa), a causa del movimiento de arenas provocadas por las sucesivas tormentas, se descubrieron parcialmente los restos de los tres barcos citados anteriormente: Santa María de Visón, La Lavia y La Juliana. De este último, junto al timón de 20 pies de longitud varado en la playa ya en 2014, se recuperaron ahora más piezas arqueológicas, lo que provocó la inmediata intervención de los servicios de protección del patrimonio y la intervención de las autoridades responsables de su protección, reuniendo a un equipo de buceo experto (Sligo Sub Aqua Club), para llevar a cabo un estudio detallado y una excavación de rescate. Las piezas arqueológicas recuperadas pasaron al Museo Nacional de Irlanda, donde se exhiben en la actualidad.

Figura: Cañón recuperado de La Juliana en 2015
Fuente: El mar desentierra los barcos de la Gran Armada en Irlanda
Figura: Uno de los cañones recuperados de La Juliana
Fuente:  La Opinión de Murcia.

A modo de conclusión

Es fundamental actuar para evitar el expolio. Para ello, resulta imprescindible la cooperación internacional. Al respecto, como expone Valentín Bou Franch, desde la Ley de Patrimonio Histórico Español (1985), el Reino de España se ha mostrado muy partidario de colaborar en la protección de este patrimonio cultural subacuático, sobre todo cuando estos pecios se encuentran en el mar territorial de terceros Estados.

BIBLIOGRAFÍA

BOU FRANCH, Valentín. La flota imperial española y su protección como patrimonio cultural subacuático. Valencia: MINIM agéncia edicions, 2005, pp. 377-384.

GARCÍA CALERO, Jesús. El mar desentierra los barcos de la Gran Armada en Irlanda. ABC [En línea]: 20/06/2015. [Fecha de consulta: 10-03-2024].

GONZÁLEZ, Salvador. Excavarán los barcos hundidos en el siglo XVI de la Armada Invencible. La Opinión de Murcia. [en línea] 08-05-2016. [Fecha de consulta: 10-03-2024].

HIGUERAS, Dolores. Tesoros sumergidos: Arqueólogos, buceadores y cazatesoros en el rescate del Patrimonio subacuático. [Conferencia]. Madrid: Fundación Ramón Areces, 2014. [Fecha de consulta: 10-03-2024].

MARTIN, Colin. La nao Santa María de la Rosa y otros barcos vascos de la Gran Armada perdidos en las costas de Irlanda (1588). La memoria sumergida. Arqueología y patrimonio subacuático vasco. Donostia-San Sebastián: Diputación Foral de Gipuzkoa, 2004, pp. 193-201.

REVELLES, David. Al rescate de la joya. El País [en línea]. 05-07-2014. [Fecha de consulta: 14-01-2019].

REVELLES, David. La Invencible sale a flote. El País [en línea]. 07-09-2014. [Fecha de consulta: 25-01-2018].

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