Justicia en alta mar: códigos y castigos en la piratería

Carmen Tárraga. Grado en Estudios de Comunicación y Medios de la Universidad de Murcia.

Bien conocidos por su astucia y espíritu indomable, los piratas fueron y siguen siendo icónicos personajes de nuestra historia marítima. Temidos y, a la vez, admirados durante siglos, nos transportan a un mundo de aventuras y tesoros escondidos en las profundidades del océano.

Arrasa con lo que veas y generoso no seas

Jack Sparrow

Corsarios y piratas de Ricardo Burguete. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica

Pero ¿quiénes se esconden tras esta etiqueta? ¿quiénes eran los piratas?

Cuando hablamos de piratas nos referimos a todas aquellas personas (cuya mayoría ha sido, históricamente, masculina) que, junto con otras de igual o similar condición, se dedicaba al abordaje de barcos para robar en el mar o en sus zonas ribereñas. Estos criminales de alta mar se mueven, por lo general, en grandes grupos, por lo que raro era encontrar un pirata que no formara parte de una tripulación.

Los miembros de las bandas piratas solían ser personas que se incorporaban a este estilo de vida por escasez de recursos (o porque era la única opción que les quedaba si querían sobrevivir).

Sin embargo, a pesar de su afán por el saqueo y el secuestro, los piratas solían ser personas democráticas y respetuosas en lo que a sus compañeros de tripulación se refiere. Repartían el botín de manera equitativa y votaban para elegir a su capitán y sus oficiales. Esto se debe a que el comportamiento de los piratas a menudo iba regido por un código de conducta.

Barbanegra. Fuente: National Geographic

¿Qué era el código de conducta pirata?

En su definición más simple, el código pirata era un conjunto de reglas o normas redactadas para regular el comportamiento de la tripulación. Al contrario de lo que muchos creen, no era un único código escrito para todos los piratas a lo largo y ancho de todo el mundo, ni un texto que absolutamente todas las tripulaciones piratas debieran seguir al pie de la letra. Cada barco/tripulación tenía su propio código de conducta, redactado y firmado por todos los miembros de la banda para fijar las normas de convivencia a bordo del barco. Una vez redactado el código, cada tripulante juraba lealtad y honor ante él con un vaso de ron y una Biblia. Los nuevos reclutas provenientes de barcos secuestrados a veces también eran obligados a firmar el código, en algunos casos bajo amenaza de muerte o tortura.

Aunque los códigos podían ser muy distintos dependiendo de la tripulación a bordo, solían coincidir en varios aspectos. La mayoría de ellos consideraban delitos leves aspectos como las peleas a bordo entre compañeros o el hecho de fumar cuando estaba estrictamente prohibido. La ocultación de parte del botín conseguido, matar a un hermano/miembro de la tripulación, no tener listas las armas en el momento de usarlas, el robo a los compañeros y muchos más solían ser considerados delitos graves en casi todos los códigos piratas.

Código del Capitán John Philips. Fuente: alamy

Según Raúl Saccani, algunos contenidos típicos de los códigos piratas eran los siguientes:

  • Derecho al voto y a la distribución equitativa.
  • Reglas para el reparto del botín.
  • Lealtad a la empresa.
  • Derecho a aceptar el perdón si es ofrecido.
  • Juramento de secreto.
  • Definición de horas de trabajo y descanso.
  • Buen trato a los presos.
  • Limitaciones al juego de azar.
  • Horario para apagar las luces.
  • Mantenimiento adecuado de las armas.
  • Prohibición a forzar a un hombre contra su voluntad.
  • Prohibición de peleas a bordo.
  • Prohibición a hablar sobre romper el juramento.
  • Mandato legal a ser obedecido.
  • Prohibición a disparar armas en la bodega.
  • Prohibición del ultraje/violación (rape).
  • Indemnización por lesiones.
  • Sanción por huir de la tripulación.
  • Parte que se dará cuando se solicite.
  • Acciones/beneficios adicionales.
  • Embriaguez en acción.
  • Llevar mujeres y/o niños a bordo

Para saber más sobre el código pirata, consulte esta entrada.

La infracción del código pirata y sus consecuencias.

En caso de quebrantamiento del código de conducta, el infractor era castigado por el capitán o el contramaestre.

La siguiente tabla muestra el reglamento con respecto a los castigos de los códigos de algunos de los capitanes más célebres de la historia de los piratas:

Fuente: Centro de Gobernabilidad y Transparencia

Métodos de ejecución más comunes

Como consecuencia por el quebrantamiento del código pirata, los tripulantes sentenciados eran a menudo ejecutados (si así lo especificaba el código de su barco). Para ello, los piratas tenían diferentes procedimientos. He aquí los tres que más han trascendido hasta nuestros tiempos:

Caminar por el tablón: consistía en maniatar al reo y obligarlo a caminar a lo largo de un largo tablón de madera que sobresalía por un lateral de la borda. El condenado caminaba hasta, finalmente, caer al agua, para terminar ahogándose, especialmente aquellos marinos no sabían nadar. En ocasiones, según la tripulación, se arrojaba carnada al agua con la intención de atraer bestias marinas que terminarían devorando al exmiembro de la tripulación. Otras veces, ataban una pesada bola de cañón a los pies del penado para que, una vez en el agua, se hundiera rápidamente y muriera ahogado.

Caminar por el tablón. Fuente: Piratas en el Atlántico

Pasar por la quilla: consistía en atravesar una soga o cuerda de un lado al otro del barco por debajo del agua. El pirata era atado a un extremo de la soga y arrojado al mar. Acto seguido, sus compañeros, desde el barco, tiraban del otro extremo de la soga. Esto obligaba al castigado a pasar por debajo del barco, sumergido, hasta llegar al otro lado de la cubierta y poder respirar. Las probabilidades de ahogarse en el trayecto o quedarse enganchado bajo el barco eran muy altas. Los golpes con la quilla, además, podían resultar extremadamente dolorosos y los moluscos y conchas de la quilla del barco desgarraban a menudo la piel del pirata.

Pasar por la quilla. Fuente: El Octavo Historiador

Marooning: consistía en abandonar a un miembro de la tripulación en una isla desierta, deshabitada. Algunas tripulaciones entregaban al penado una botella de agua y una pistola con una sola bala, en caso de que quisiera acabar con su sufrimiento, antes de marcharse y dejarlo abandonado a su suerte.

Una variante de este castigo consistía en dejar al delincuente en una lengua de arena que, en momentos de marea alta, terminaría siendo cubierta por el agua del mar y desaparecería, dejándolo a merced del océano.

Este castigo se usaba con aquellos que se rebelaban contra el capitán, y también cuando alguno traicionaba a sus compañeros, o trataba de apropiarse de la parte del botín de otro pirata.

Pirata abandonado, de Howard Pyle. Fuente: Centro de Gobernabilidad y Transparencia

En conclusión, los castigos piratas, por muy crueles que pudieran llegar a ser, formaban parte de un código de conducta y llegaron a ser sumamente importantes a la hora de mantener el orden y disuadir la insubordinación en los océanos.

Más información

FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, María. Estereotipo, figura y cliché: el pirata a través de los siglos. De Long John Silver a Jack Sparrow. Revista de Estudios Filológicos [en línea]. 2018, n.º 34. [Consulta: 19-11-2023].

LARA MARTÍNEZ, Rafael. El delito de piratería en altamar en Europa. Revista de Investigación en Derecho, Criminología y Consultoría Jurídica [en línea]. 2019, n.º 25, pp. 117-140. [Consulta: 19-11-2023].

MARMOL MARTÍNEZ, José A. y MUÑOZ VIÑEGLA, Manuel. «Las reglas del diablo»: el código de los piratas. Blog Cátedra de Historia y Patrimonio Naval [entrada de blog]. 04-05-2012. [Consulta: 19-11-2023].

PIRATAATLANTICO. Castigos en la piratería. Piratas en el Atlántico [entrada de blog]. 28-01-2015. [Consulta: 19-11-2023].

SACCANI, Raúl. Códigos pirata, ¿qué podemos aprender de ellos?. Centro de Gobernabilidad y transparencia [en línea]. [Consulta: 19-11-2023].

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar